TRADUCCIÓN Y SUBTÍTULOS (Cómo hacer subtítulos)
Traducción y subtítulos en obras audiovisuales.
Realizar una buena traducción y subtítulos es fundamental para que la experiencia del espectador sea más completa al ver una película en otro idioma. Esto permite comprender mejor los matices y detalles específicos de la lengua en versión original.
A menudo, algunos traductores cometen el error de intentar traducir literalmente todo lo que se dice. Debido a las diferencias entre los idiomas, esto puede resultar en textos demasiado largos, que el espectador no tiene tiempo de leer, o demasiado cortos, lo que genera confusión. Es crucial no solo traducir, sino también adaptar el texto para que se ajuste correctamente al tiempo y espacio disponible.
Existen varios programas para la creación de subtítulos, desde software de edición de vídeo como, Premiere Pro, DaVinci Resolve y Final Cut X, que permiten subtitular directamente y usar herramientas de inteligencia artificial para transcribir y traducir diálogos, hasta programas específicos de subtitulado como Jubler y Aegisub, que ofrecen mayor control sobre la cantidad de caracteres por línea, cambian las fuentes y su tamaño, y utilizan códigos de programación para mejorar el flujo de trabajo. También hay programas de traducción como Trados, que no subtitulan directamente, pero ayudan a crear bases de datos y mejorar la eficiencia del trabajo.
Los subtítulos pueden estar incrustados en la imagen (impresos en la pantalla) o en un archivo de texto independiente que puede ser activado o desactivado según las necesidades del usuario. Esto es similar a lo que ocurre en plataformas como YouTube, TikTok, Threads e Instagram, donde el espectador puede elegir si desea ver los videos con o sin subtítulos.
Los formatos de salida de los subtítulos incluyen archivos SRT (archivos de texto con códigos de tiempo), formatos enriquecidos como SPS (utilizado principalmente para personas con deficiencias auditivas), y otros formatos como SSA (Formato más avanzado que permite la personalización del estilo de los subtítulos, incluyendo colores, fuentes y posiciones), XML (usado para la creación de DCP), etc.
Los subtítulos suelen aparecer en la pantalla en una o dos líneas, dependiendo de su extensión. Idealmente, deben estar ubicados en la parte inferior y centrados. Si una línea es demasiado larga, lo mejor es dividirla en dos para evitar que la mirada del espectador se desplace de izquierda a derecha, lo cual puede cansar la vista. El objetivo es que el espectador pueda leer los subtítulos sin tener que mover excesivamente los ojos.
La extensión de los subtítulos por línea no debe superar 35 caracteres y 70 caracteres las dos líneas, para que su duración en pantalla se pueda leer cómodamente. La media recomendada es de aproximadamente 120 palabras por minuto, aunque esto también depende de la velocidad del diálogo en la obra audiovisual.
Actualmente, existen numerosas funciones y herramientas de Inteligencia Artificial cada vez más optimizadas para la traducción y subtitulado. Sin embargo, es esencial que una persona real esté detrás del proceso de traducción, adaptación y supervisión de los subtítulos. Aunque el subtitulado automático puede ser una opción válida, no es la mejor si buscamos un material de calidad que se entienda completamente.
Para una experiencia cinematográfica completa, la traducción y subtitulación adecuadas son esenciales para captar la esencia y matices de la versión original. Es fundamental no solo traducir, sino también adaptar los subtítulos para mantener un equilibrio entre la longitud del texto y el tiempo de lectura. La intervención de un traductor experto es crucial para garantizar que la traducción sea precisa y culturalmente relevante, lo que mejora significativamente la accesibilidad y crea un contenido audiovisual de calidad.